Los espacios del sentir. El Kiasma como modelo de percepción espacial

Directora de tesis: Saura Carulla, Magdalena.

Desde el inicio de la era agrícola hace casi 10 mil años y hasta nuestros tiempos, los procesos de cambio e innovación en casi todos los aspectos de la vida humana se han ido acelerando constantemente.Ya desde los principios del siglo XXI más de la mitad de la humanidad vive en mega-ciudades en un entorno mayoritariamente creado por el hombre .A pesar de los cambios abrumadores de los últimos siglos, seguimos con la misma anatomía y muchos de los instintos de nuestros antecesores; nuestro cuerpo continúa poseyendo los mismos mecanismos que sirvieron a los cazadores-recolectores para sobrevivir hace decenas de miles de años. Pertenecemos a un sistema global y continuo de fenómenos naturales .Nacemos en este mundo con la capacidad de detectar , a través de casi cada centímetro de nuestro cuerpo, los mínimos cambios que nos rodean;podemos captar -no solo a través de nuestros ojos y nuestra mente-, sino también a través de los músculos y oídos, el olfato y la piel, el entorno en el que habitamos y donde nos movemos. Aun así, es fácil imaginar que la mayoría de estos mecanismos están erosionados, acallados o ahogados por la vida actual. Los materiales sintéticos, las sustancias no naturales, la luz y el clima artificiales, forman parte de nuestra rutina diaria.El ser humano -residente de las grandes urbes del siglo XXI-, se ve apartado paulatinamente de sus 'vivencias corporales'. Este alejamiento de la 'experiencia humana' -debido a un proceso de siglos-, es el resultado del desarrollo de tecnologías y grandes transformaciones en el contexto físico, las cuales han originado cambios culturales y sociales de todo tipo.Muchos de los nuevos avances tecnológicos (y consecuentes cambios culturales) tienden a apartarnos de la realidad del 'aquí' y el 'ahora', y los resultados de estos hechos se ven reflejados , por ejemplo, en la pérdida de habilidades sociales y hasta en ciertos cambios cognitivos a nivel evolutivo .Según diferentes autores citados en la tesis ,la arquitectura puede formar parte de los procesos que nos siguen alejando y desconectando de las existencias naturales, o bien conducirnos a lo contrario, ya que atesora un potencial para crear un entorno en el cual se pueden reactivar nuestros mecanismos reprimidos . La arquitectura puede devolvernos a los fenómenos naturales y reconducirnos a ' la experiencia humana', que se desgasta y se disminuye significativamente en la cultura contemporánea.El texto reflexiona sobre la relación entre el cuerpo y el espacio construido; su objetivo fundamental es destacar las grandes posibilidades que ofrece un espacio intencionadamente pensado para ser percibido.Para no quedarnos en el marco teórico , optamos por emplear un caso de estudio.Este hecho también ha sido indispensable ya que el argumento fundamental de la tesis es que la arquitectura hay que experimentarla en persona. El edificio elegido ha sido el museo Kiasma de Steven Holl. De acuerdo con la hipótesis del trabajo , se trata de un edificio relativamente nuevo, hecho con materiales y técnicas de finales del siglo XX y concebido por un arquitecto especialmente atento al punto de vista del usuario.El trabajo de campo consistió en la entrega de cuestionarios a unos 170 visitantes del edificio tras terminar su visita, y en su posterior análisis.Mediante la metodología empleada, en el trabajo se analiza la percepción que el ser humano tiene del entorno construido, tanto a través de la perspectiva del usuario como desde el punto de vista del arquitecto .El análisis de las intenciones de Holl para el museo; un estudio de los planos de dicho museo; la opinión crítica de los diferentes profesionales sobre el edificio, y la revisión de los cuestionarios repartidos a los usuarios, han dado resultados muy relevantes .Las conclusiones de la tesis reivindican las posibilidades y el papel crítico que tienen los arquitectos y las escuelas en la creación de un entorno 'corrector' y 'curador' para los males contemporáneos.